Ya sé que no tiene nada que ver, o a lo mejor sí; quién no siente amor (conozco casos que parece que pero resulta que al final y a veces sí, pero otras…) no puede tener estómago o, como se dice habitualmente, tiene demasiado para aguantar cositas así; transcribo, pero no dejen de leerlo:
«Desde el lunes, los inmigrantes y los ciudadanos de la ciudad italiana de Foggia (Puglia) que usan la línea urbana 24 viajarán en autobuses diferentes. Uno para negros, y otro para blancos«
Después de la necesaria pausa para digerir una noticia así y vomitar todo el asco, se me viene de nuevo a la cabeza la frase de Charles Bukowki: «La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes«. Y eso que él vivía en el país «democrático por excelencia». ¿Dónde chingados quedaron los griegos? Antigüos, claro.
Si piensan que ya lo vomitaron todo, esperen tantito…
«Pero la ONU, a través de Acnur Italia, ha defendido el servicio y considera que no es discriminatorio«
La explicación que dan para apoyar la medida es de una lógica aplastante, pero literalmente; la misma lógica que imponían Hitler, Musolini, Franco, Pinochet… En realidad no es discriminatoria porque los inmigrantes (¿hay que hacerse una transfusión de sangre «pura» para que a uno dejen de llamarlo simplemente «persona que vive en un país distinto al que nació»?) no tienen prohibido tomar los otros medios de transporte, los que usan las «personas normales». Por lo visto ACNUR está más preocupada por el transporte público en los países fascistas que por ayudar a los refugiados. Ya verás como dentro de poco sale un artículo en el que se descubre que algún miembro de la ONU tiene acciones en las guaguas italianas.
Sí, ya lo sé, qué se puede esperar de una organización que se inventa un país basándose en un libro (y en las amenazas de su principal socio) y le roba su identidad al pueblo de Palestina. Sé que estos ojitos que han de comerse los gusanos acabarán viendo la creación de otra nación ficticia para la Iglesia (ahí acertaron con el nombre) de la cienciología. Sólo espero que esta vez le roben la tierra a los norteamericanos, o al Vaticano.
Hablando de dioses: «Cuando querrá el dios del cielo, que la tortilla se vuelva..»
Otra canción. No tiene nada que ver, pero ¿quién sabe?