Como dice el exseminarista ye-ye en su blog, algo hay que hacer, pero ¿qué?. Cada quién con sus medios, con sus miserias y sus ganas. Yo opto por, al menos, no estarme callado. No es cuestión de usar los mismos métodos que los asesinos, pero usemos los medios de los que disponemos en esta sociedad de consumo que nos va consumiendo como personas.
Hoy me siento mal… todo el día encerrado en MI casa, con una gripe bestial (porque las enfermedades, como la muerte son las únicas primeras damas que aplican la democracia a raja tabla), quejándome como sólo es capaz de hacerlo un espécimen del género masculino. Y no sé si tengo más asco que vergüenza, si más fiebre que ganas de vomitar cada vez que enlazo con la puta realidad, pensando en lo que cantaba Pablo como nadie, que la vida no vale nada si tengo que posponer otro minuto de ser y morirme en una cama.
No sé, tal vez escribir no sirva de mucho, a no ser que haya alguien que escriba como Galeano y mentes dispuestas a que las verdades vengan de dentro, y no del cielo. Doy gracias porque en la nueva vida que me espera, me «obligan» a escribir y a leer cosas así. No se lo pierdan, por favor, no dejen de pensarlo, más que sea en el breve lapso que se tarda en leer… no lo olviden, si pueden.
EDUARDO GALEANO